El papel FSC cuenta con un certificado que acredita que la madera con la que está hecho el producto que lo posee proviene de bosques gestionados según los criterios del Consejo de Administración Forestal (en inglés: Forest Stewardship Council (FSC)), que incluye medidas de gestión sostenible del bosque en los aspectos ecológicos, sociales y económicos, entre otras. Por su parte, el papel reciclado emplea como materias primas fibras recuperadas de papel o de cartón, tanto de postconsumo como de preconsumo.

El certificado FSC garantiza al consumidor que los productos forestales proceden de montes aprovechados de forma racional, de acuerdo a los Principios y Criterios del FSC, los cuales definen los niveles mínimos de buena gestión para los bosques de todo el mundo. Este certificado se consigue mediante un proceso de evaluación voluntario, que es realizado por un organismo independiente (entidad certificadora) y afecta a toda la cadena de suministro.

Por otro lado, el papel reciclado es aquel que se fabrica a partir de papel usado recogido en oficinas, imprentas, etc. El papel usado se destinta, es decir, la tinta se separa de las fibras y, a continuación, estas fibras son sometidas a procesos de blanqueamiento. A partir de la pasta que resulta de este proceso se fabrica el papel reciclado.

Un papel reciclado, al igual que uno de fibra virgen, para ser ecológico necesita de un proceso productivo no contaminante: en ocasiones los tratamientos de las tintas compuestas por barnices, aceites, disolventes, pigmentos, anilinas y otros compuestos vertidos en grandes cantidades pueden generar impactos negativos en el medio ambiente.

El reciclaje de papel sí permite reducir los vertederos y las emisiones que producen: los 4,6 millones de toneladas de papel usado recuperados para su reciclaje anualmente en España suponen un ahorro de volumen en vertedero equivalente a 46 grandes estadios de fútbol como el Bernabeu o el Camp Nou llenos hasta arriba y un ahorro de las emisiones en vertedero de 4,1 millones de toneladas de CO2 (más del 1% de las emisiones totales que produce el país).

Fuente: compromisorse.com