A medida que proliferan las impresoras de CDs y DVDs, se pueden encontrar en los comercios discos marcados como «printable». Siempre se habla de CDs o DVDs imprimibles, y hay dos tipos diferentes de dvd vírgenes imprimibles: Los que se pueden etiquetar por láser y los específicos para impresoras de chorro de tinta.
CDs y DVDs etiquetados por láser

El primer grupo es el de los discos que se pueden marcar mediante un láser. La superficie no grabable del disco incluye un acabado superficial especial, que reacciona a la temperatura (y en algunos casos, a una determinada longitud de onda de luz láser).

La impresión se realiza, en la mayoría de los casos, en la misma unidad regrabadora – en este caso, no estaríamos hablando de una impresora, sino de una función añadida del ordenador o computadora.

La limitación clara de lightscribe en CDs y DVDs es la de conseguir un único color «oscuro» sobre la superficie metalizada del disco; aunque las utilidades de Software incluidas con este tipo de grabadoras permiten generar imágenes fotográficas, obtendremos un resultado en escala de grises. Por supuesto, se podrá realizar cualquier combinación de imágenes y texto.
CDs y DVDs para impresora de chorro de tinta

El segundo grupo de soportes, más extendido cada día, es el de los discos para impresora de inyección de tinta. En este caso, sí hablamos de una impresora específica (separada del ordenador), y suele ser una impresora «normal», de papel, que tiene un accesorio para la carga de discos en la parte frontal.

Este accesorio es una bandeja similar a la de las unidades de grabación de discos, y permite introducir el disco en la impresora en una posición concreta, para aproximar los cabezales de inyección de tinta de manera óptima al disco e imprimir el DVD printable con la calidad deseada.

Estos discos tienen, naturalmente, un acabado especial. La mayoría de ellos, incluye una pintura blanca porosa, que absorbe la tinta de manera local. Cuanto mayor sea la calidad de esta pintura, mejor quedarán las impresiones de disco, pudiéndose conseguir acabados casi profesionales a bajo coste.

Por supuesto, las imágenes de partida deben tener alta resolución (tanto en puntos como en profundidad de color), y los textos deberán mantenerse en formato vectorial siempre que sea posible – el paso a mapa de bits introducirá, necesariamente, cierta pérdida de calidad.

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